Hay muchas veces que algunas cosas nos convienen y otras no. Si queremos seguir viviendo muchas actitudes no nos convienen.
Todos tenemos derecho a elegir, decir quiero o no quiero; acepto, no acepto; si, no, blanco o negro.
Cuando deseamos hacer algo, es porque preferimos hacer eso y no cualquier otra cosa, pero no siempre se puede cumplir lo que queremos. A veces nos exigen elegir las circunstancias. Por eso llamamos bueno “bueno” o “malo” a cosas que generalmente nos conviene o no nos conviene y saber distinguir entre lo bueno o lo malo es un conocimiento que no debemos ignorar.
Dicen que las mentiras tienen patas cortas, que destruyen la confianza en la palabra y muchas veces convierte a los amigos en enemigos, pero si se pueden dar cuenta a pesar de todo los prejuicios que puede provocar también las mentiras son necesarias y nos produzcan ventajas.
No siempre lo bueno es bueno, puedo pasar que lo bueno tenga apariencia de malo. Por ejemplo, si yo pretendiera defender una amistad podría salir herida, por mas que lo bueno sea la intención de defenderla.
Seguramente se a escuchado decir que la vida de cada uno, es cosa de cada uno, no de los demás.
Dicen que la naturaleza no tiene nada bueno ni nada malo.
Es decir: un león come a un antílope, pero no lo puede remediar.
Ninguna persona, ni nadie, discute si las piedras caen hacia arriba o hacia abajo, el punto es que caen y fin.
La libertad es lo contrario a la necesidad.
La libertad trae la equivocación.
La libertad trae el remordimiento.
La libertad viene de vivir y aprender.
Nuestra libertad consta de la decisión, precisión y aprendizaje…todo lo contrario a dejarse llevar.
